Estimados amigos:

Lamento excusarme de asistir personalmente a la presentación de la Fundación Zelmar Michelini, dado que a esa hora debo salir al aire en Monte Carlo TV.

Pero quiero estar presente en espíritu. Como algunos de los miembros del Consejo de Administración conocen, desarrollé una amistad y cariño con Zelmar, que creo fue recíproco. Estuve muy cerca suyo en los últimos dos meses de su vida, que fueron los dos primeros de mi exilio. En particular me han quedado grabadas profundamente las horas de incertidumbre, miedo, dolor e impotencia que transcurrieron en aquel 1976 desde la mañana del martes 18 de mayo hasta que tuvimos conocimiento de la horrible noticia.

Son muchas las lecciones que dejó Zelmar, como brillante espada parlamentaria, hombre de diálogo y tolerancia, político de arrojo y de alto compromiso con todas las causas que asumía.

Un abrazo para todos y mi estar a disposición

 

 

Oscar Bottinelli